Con el tiempo te das cuenta de la cantidad de cosas que están mal y de las que nadie se queja. Puede ser por dos motivos: porque no quieren líos y optan por no señalar lo que está mal, o porque no se dan cuenta de que algo está mal. Si eres de los del primer grupo, te ficho para mi equipo. Y si eres de los del segundo, soy yo quien quiere fichar por el tuyo, porque muchas veces me pasa lo mismo. Menos veces de las que pienso, pero más veces de las que me gustaría.
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Fuente: Mundo Deportivo |
Otra de mis victorias de menos de un euro podría ser esta columna. Intrascendente por sí sola, pero significativa cuando se junta con sus otras compañeras columnas. Y, de salirme bien esto del periodismo/columnismo, pasaría a ser una victoria nostálgica, de las que miras dentro de unos años y dices "aquí empezó todo". Porque sí, vivir del periodismo es muy complicado. Ya me avisaron de que mi carrera tenía pocas salidas, pero nunca pensé que fuera a ser tan literal. Estos días, mis únicas salidas han sido al supermercado, a ver si conseguía sacarme gratis unas aceitunas. Y todavía sigo en cuarto de carrera. De esto sí que no te hablan en la facultad.
Saber lo que pasará
Muchas cosas tienen puestas etiquetas que no se merecen. La rutina y la monotonía son dos de ellas. Qué injusto me parece que estén tan mal vistas las pobres. No entienden que no hay nada mejor que anticiparse y saber qué es lo que va a pasar. En la rutina se vive mejor. Yo, la única incertidumbre que acepto es la de no saber si Messi marcará un gol de falta este fin de semana o el siguiente. Y aun así me cuesta. Sin embargo, tengo la suerte de que cuando juega contra mi equipo, Messi nos suele marcar un gol de falta. Son derrotas de bastante más de un euro, derrotas de disgustos grandes, pero por dentro no puedo evitar sentirme un poco aliviado. Que esto no salga de aquí, por favor.
Los comentaristas tampoco entienden de rutinas, al menos con Messi. Y eso que siempre dicen lo mismo partido tras partido: "Lo que ha hecho Messi es literalmente imposible". Mentira. Primero, porque ya lo hizo la semana pasada. Segundo, porque volverá a hacerlo la semana que viene. Y tercero, porque no es literalmente imposible si lo estás viendo y lo estás narrando. La gente seguirá usando mal la palabra 'literalmente', como de costumbre. Y yo podré seguir diciendo que soy de ese 1% de personas que la usan como se debe usar. Victorias de menos de un euro que se vuelven rutina.
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